lunes, 2 de abril de 2012

El resultado de las elecciones en Andalucía y Asturias

"Por primera vez en la historia el Partido Popular gana las elecciones en Andalucía". Si hace unos meses dije que la victoria del PP en las generales se podía considerar una victoria falsa (si bien también dije que su modelo era el más efectivo), este titular, aunque lo que dice en esencia es cierto, le faltaría decir que es la victoria más amarga que ha tenido nunca el Partido Popular. Mucha gente podría preguntarse como puede ser que una victoria histórica se pueda considerar como una semi-derrota. La  respuesta es fácil: "es que todas las encuestas (o casi todas) nos daban una victoria por mayoría absoluta". El objetivo del PP era conseguir la mayoría absoluta, es decir, al menos 55 escaños. Viendo los resultados finales, todos podemos deducir que se han quedado lejos de su objetivo:

PP: 50 escaños
PSOE: 47 escaños
IULV-CA: 12 escaños

¿Por qué no se ha conseguido la mayoría absoluta? Intentaré explicarlo:
En primer lugar, hay que saber que las encuestas son encuestas, y que éstas no deciden nada. Esto ya lo advertían los dirigentes populares, pero viendo que alrededor de las ocho de la tarde ya daban a Javier Arenas como ganador y con mayoría absoluta, demuestra que confiaron demasiado en las encuestas. La interpretación de las encuestas quizás no ha sido la correcta. Si uno mira la encuesta preelectoral del CIS, podemos ver que la gente no estaba tan descontenta con la gestión de Griñán: un 34,6% la calificaba como regular, mientras que el 16,6% la calificaba como buena. si bien un 22,6% la calificaba como mala, vemos que en general, no estaban tan descontentos. El dato en el que seguramente se ha fijado el PP, es que el 46,8% desaprueba la actuación de Griñán en el gobierno, pero hay que fijarse en que, si bien está opción es la mayoritaria, no llega al 50%. El dato que quizás han pasado por alto es que un 29,3% dijo que votaría al PSOE, mientras que un 25,3% votaría al PP y el 33,6% deseaba que el PSOE ganara las elecciones, mientras un 28,3% deseaba la victoria del PP. Todos estos datos pasarían por alto al descubrir que el 52,3% deseaba un cambio de gobierno, pero esto no quiere decir que el 52,3% quiera un gobierno del PP, en ese 52,3% también se tiene que contar con la gente que era partidaria de Izquierda Unida o de cualquier otro partido. Al final, el CIS le otorgaba al PP entre 54-55 escaños, mientras que al PSOE le daban entre 44-46 escaños.

Tras analizar todas las encuestas, el PP hizo una campaña de baja intensidad, igual que en las generales. Este fue el segundo error que cometió, ya que, si bien en las generales si que les sirvió esta táctica, en estas elecciones surgió el efecto contrario. El no asistir al debate electoral en Canal Sur seguramente les haya pasado factura. Tampoco se puede utilizar la táctica de machacar siempre al rival, cuando tu partido en el gobierno central está empezando a hacer recortes, con lo cual el partido rival puede utilizar la estrategia de decir que cuando el PP llegue al gobierno autonómico también empezará a recortar (y esta vez tenían hechos para demostrarlo).

¿Era Javier Arenas el candidato idóneo para estas elecciones? A estas alturas, todos sabemos que no.  Era la cuarta vez que se presentaba a unos comicios andaluces. Según el CIS, Javier Arenas tenía una puntuación media de 4,23, mientras que Griñán obtenía una puntuación de 4,54. Quizás Arenas ha pecado un poco de prepotencia; como ya he dicho antes, cuando hay un debate electoral, hacer acto de presencia es imprescindible. ¿Cómo está el futuro de Javier Arenas? Pues bastante negro, ya que seguramente no volverá a ser candidato y sólo cuenta con el apoyo de Rajoy.

¿La participación ha influido en el resultado final? La abstención se ha situado en un 37,77%, diez puntos más que en las anteriores elecciones. Pero el dato de la participación hay que estudiarlo más a fondo: hay que tener en cuenta que las anteriores elecciones, las autonómicas coincidieron con las generales, por lo tanto, mucha más gente iba a votar. Además, la mayoría de las elecciones andaluzas han coincido con otras elecciones, normalmente ha coincido con las generales. Solamente en dos ocasiones las elecciones andaluzas no han coincidido con las generales: en 1990 y en 1994. En las de 1994 también coincidieron con las europeas, de modo que las únicas elecciones andaluzas que no han coincidido con otros comicios, han sido las elecciones de 1990, donde la participación fue del 55,32%, mientras que la participación de estas pasadas elecciones ha sido del 62,23%, casi 7 puntos más. Si es cierto que la participación ha bajado 10 puntos respecto a las de 2008, pero contando que estas han sido las segundas elecciones que no coinciden con otras, podemos decir que la participación es buena , ya que supera en 7 puntos a las de 1990.

El PP no pudo capturar a los electores que estaban descontentos con el PSOE, ya que en las grandes ciudades, donde se esperaba que el PP conseguiría más votos, muchos optaron por no ir a votar, mientras que en las ciudades más pequeñas, el PSOE ha conseguido mantener parte de su electorado. Seguramente los recortes de Rajoy han hecho que muchos ciudadanos no acudieran a votar. Por lo tanto, éste ha sido el voto que le ha faltado al Partido Popular para conseguir la mayoría absoluta.

Si bien el Partido Popular ha perdido votos (400.000 respecto a las generales y 200.000 respecto a las anteriores elecciones andaluzas), el porcentaje que ha conseguido respecto al total de los votos, es mejor que en las anteriores autonómicas, ya que en las elecciones de 2008 consiguió el 38,63% de los votos, mientras que ahora consiguió un 40,66%. La pérdida de votos es normal cuando la participación baja, ya que también ha afectado al PSOE, pero la sorpresa fue IU, que consiguió aumentar en más de 100.000 votos, lo que nos dice que gran parte del electorado del PSOE, en estas elecciones decidió votar a IU.

Dejando el análisis electoral a un lado, podemos ver que la corrupción sigue sin pasar factura. Parece ser que el electorado no le da mucha importancia a la corrupción (se ha visto en Valencia y se ha visto ahora otra vez). El increíble paro (31%) ha perjudicado al PSOE, pero los recortes también han perjudicado al PP, por lo tanto, la balanza estaba equilibrada, mientras que IU, que no es responsable ni de una cosa ni de la otra, se ha visto enormemente beneficiada. También se ha visto que en esta comunidad, la izquierda tiene más fuerza que la derecha, porque si la derecha no ha conseguido la mayoría de los escaños ahora, donde se daban las circunstancias idóneas para hacerlo, será difícil que algún día consiga la mayoría absoluta.

En definitiva, los errores del PP fueron no interpretar bien las encuestas; en hacer una campaña de baja intensidad, no acudiendo al debate electoral;  en no movilizar a su electorado, cuando se ha visto que la derecha se moviliza más fácilmente que la izquierda; y que Javier Arenas no contaba con la aprobación de muchos ciudadanos. Le ha perjudicado los recortes por parte de Rajoy y la baja participación en las grandes ciudades, hecho insólito, ya que la baja participación siempre ha perjudicado a la izquierda. Los grandes lastres del PSOE, que han sido el paro y la corrupción, los han podido contrarrestar de alguna manera con los ajustes por parte del gobierno central. Por su parte, IU es el partido que más ha crecido y en sus manos está si el PP puede llegar a gobernar por primera vez Andalucía.

Las elecciones en Asturias

"UPyD se convierte en la llave de gobierno". Con este titular parece mentira que un partido que solamente ha conseguido un escaño sea decisivo en la formación de gobierno. Los resultados han sido los siguientes:

PSOE: 17 escaños
FAC: 12 escaños
PP: 10 escaños
IU: 5 escaños
UPyD: 1 escaño

En un principio, el FAC había obtenido 13 escaños y el PSOE 16, pero tras el recuento del voto de los emigrantes, el FAC bajó a 12 escaños y el PSOE subió a 17. Con los resultados iniciales, FAC y PP tenían mayoría absoluta (23 escaños), con lo cual hubieran podido pactar los dos sin necesidad de contar con UPyD, y aunque el entendimiento ya hubiera sido difícil (recordemos que Álvarez Cascos se fue del PP), ahora la tarea es mucho más difícil, ya que han de contar con el apoyo de UPyD. Por parte del PSOE, ha de contar con el apoyo de IU y de UPyD para poder gobernar. Como vemos, ganar las elecciones no significa gobernar automáticamente.

La participación en este caso ha sido muy baja (55,92%), ya que en las anteriores elecciones fue del 66,89%. Esto puede deberse a que sólo han pasado 10 meses entre unas elecciones y otras, y el ciudadano, por decirlo de una manera directa, "ha pasado" de ir a votar. Cascos pecó de prepotencia y las urnas le han "castigado". No consiguió pactar los presupuestos y se vió obligado a convocar elecciones, unas elecciones que le han hecho perder casi 55.000 votos. PSOE y PP han conseguido más o menos los resultados que esperaban, aunque también han perdido votos a causa de la baja participación. Para acabar, IU y UPyD pueden estar más que contentos, ya que aunque la participación haya bajado, han conseguido aumentar su número de votos.